El halloween del Martín lagarto
Me desperté el primero de noviembre con un hambre feroz, sería capaz de comerme una mesa entera llena de desayunos. Se me antojaba comer conejo al escabeche, y aunque no lo estuviese del todo cocido, me comería hasta una liebre. De repente al acercarme a la mesa sentí la respiración de algo durmiendo abajo, así como un ronquido liviano. Miré y pude ver un perro negro, mediano, era el Elio, mi perro. Abrí grandes mis fauces, y me lo comí, y así y todo seguía con hambre, que era lo peor. Así que fui a la heladera y me comí el escabeche de conejo, y todo lo demás que allí había. Se hace tarde pensé, miré el reloj, eran casi las 8am, me fui al baño corriendo a afeitarme. Pero había un problema, no tenía barba, ni pelos, ni nada que afeitar, en su lugar solo había escamas grandes, oscuras y verdosas. Arriba de ellas, unos ojos como metidos hacia adentro, soy un lagarto pensé, un cocodrilo humanoide, no hace falta afeitarme me percate. Sí me puse aceite para abrillantar mis es...