A veces me dejo llevar
Pero a veces me dejo llevar como si el viento me hiciese volar con él, hacía otras direcciones sobre las que nada había planeado. Con ideas suelo volar hasta pensamientos muy locos, que hablan de infinitos, de universos paralelos y múltiples, de que pasaría si un aspecto mínimo de mi vida, pero importante, hubiese sido cambiado, si seguiría siendo el mismo. Se me ocurre así, un Martín jugador de fútbol profesional, un Martín profesor e investigador de Matemática en alguna prestigiosa universidad. Y también quizá pienso si en otro universo los dinosaurios no se extinguieron y hay quizá un Martín lagarto que devora todo.
De una idea rebuscada a una idea extraña voy viajando un poco todos los días cuando me dejo llevar. Pero también hay otro dejarse llevar, qué es el salir a dar una vuelta, a un lugar nuevo, sin un plan bien definido, como si de ser un explorador se tratase, un Indiana Jones, en busca de un tesoro perdido, que aunque no sea un objeto concreto. Lo que se encuentra si es tal vez un tesoro también,el haber pasado unas horas hermosas de búsqueda y aprendizaje.
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