Bajada Grande

 Ella quería una rosa roja, y yo quería dársela. Un inconveniente del momento hizo imposible ese intercambio. Volvía así a Santa Fe, pensando en cuando la vería de nuevo, si podría entregarle ese regalo. Pero parece ser que el destino tiene otros planes, y que los corazones se marchitan antes que las rosas.

Primavera absurda, empieza y florece, pero se marchita antes de poder tenerla otra vez. No me diste chance primavera de hacerte una estación entera, te marchitaste antes de que llegase el otoño, y al final, las espinas de tu hermosa flor terminaron todas lastimando mi corazón.

El rojo sangre que brota, primavera, son las heridas que llevo, estan en mi piel, en mis manos y mi mente.

Mi mente primavera, quedo ilusionada, revolucionada al tenerte, que sería del invierno primavera, sino saliera el Sol una estación entera.

Quiero ir a Bajada grande de nuevo, visitar la costanera, la ilusión renuevo, pero tu flor quito me alejo, prefiero ser un animal salvaje, un conejo, y pasar tranquilo esta primavera.

Estación transitoria primavera, poco durable, en un par de semanas te llevaste el perfume de una rosa, desapareciste antes de escribir mi prosa, cuando faltaba aun para el verano.

Verano frio primavera, hasta que salga el Sol, hiciste noche mis días, y prefiero tenerte lejos por las espinas, que provocan heridas, no sanan en los mismos días que cortan la piel.

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