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                                                               Sobre la luz

     Suele decirse que la luz está compuesta por partículas muy chiquitas llamadas fotones, argumento que no admite discusión alguna en la actualidad, pero también están aquellos que conocen otra historia, la de los primeros haces luminosos que tocaron este planeta, para ellos los hechos son muy diferentes, según su experiencia la luz se compone de chispas, fuegos, y rayos, y si tuvieran que contarnos esta historia, sería la siguiente:

 Orbitando una estrella de la vía láctea, había una roca lo suficientemente grande para ser considerada un planeta, totalmente inerte y vacío de vida, y lo suficiente pequeña para no tener relevancia en el vasto cosmos. En esa estrella habían chispas que se encendían, fuegos que iluminaban y rayos que brillaban. El astro, que se había formado eones atrás con la acumulación residual de energía de aquella lejana explosión de la que poco se sabe, pasaba sus siglos observando pacientemente aquellos eventos que se desarrollan en la proximidad de su sistema solar. 

 

 Algunas luces tocaban a veces la atmósfera del planeta, pero sin poder acercarse a su superficie, salían despedidas por una barrera (era esta quizá la capa de ozono) sin poder establecerse y moverse en su interior, terminaban vagando por el vacío en el exterior.

 Las luces deambulaban siempre por su suelo radiante suponiendo e imaginando que ocurriría si pudiesen tocar esa roca fría e inerte que daba vueltas a su alrrededor. Ocurrió que una vez los rayos se alinearon todos en dirección a esta roca, y por ahí bajaron los fuegos y las chispas, tocando por fin el suelo de este planeta que parecía estar condenado a la oscuridad e insonoridad. Los primeros en bajar fueron los fuegos, llenaron con su calor los cráteres, y de tanto irradiar, se enfriaron y se transformaron en agua y oceános. Luego las chispas comenzaron a explorar lo que quedaba de la superficie pero mas temprano que tarde se quedaron inmóviles y no les quedo otra opción que echar raíces como solían hacer en su estrella natal para recuperar su energía, pero al hacerlo en vez de recobrarse, se enraizaron y se transformaron en plantas y arboles. Por último llegaron los rayos moviendose en fila india, y cada uno buscó su propio lugar para deambular conscientes de su habilidad para acercarse a lugares remotos al agruparse, se confiaron y se alejaron tanto uno de los otros que ya no pudieron unirse, con el tiempo fueron mezclandose con los elementos del planeta, formando así los primeros animales.

 Con el pasar del tiempo casi todos olvidaron esta historia, menos los astros que observan todo aquello que ocurre a su alrrededor, ellos saben que toda energía por más pequeña que sea, si se une y se traslada en la dirección correcta puede producir cambios inexplicables.

Martín Cámara, autor del blog.


 

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