Alexito, el nene que no quería comer

 Alexis,  también conocido como alexito, era un nene chiquito, de poco mas de 8 años. Qué desde que tenía 3 años no quería comer.

Se levantaba a la mañana temprano, bueno, temprano para él, que eran las 10 de la mañana, antes de que su mamá se levante, como a las 12 del mediodía. Lo que hacía primero era ir corriendo, prender la compu y desayunar jueguitos, su preferido era Roblox.

Su tío Martín le decía, Alexis nene, no queres desayunar una leche ya que recién te levantás, a lo que el nenito decía fuertemente que no. Entonces su tío insistía, nene, lo primero que tenés que hacer al levantarte es comer y tomar algo, tomar un desayuno, a lo que el nenito respondía que no, que justamente recién se levantaba, que tenía hambre, pero mucha hambre, hambre de jueguitos. Y así pasaba la mañana Alexito, jugando jueguitos en la compu, hasta pasado el mediodía, devorando imágenes que veía en su computadora, sin tocar una masita o una leche.

Llegaba la hora del almuerzo y su abuelo Esteban, había cocinado sorrentinos con salsa y queso. Era todo un ritual familiar sentarse a la mesa a comer, había que apagarle la compu al Ale y poner el noticiero para el abuelo. Algo a lo que el nenito se negaba rotundamente, porque el no quería comer, estaba lleno llenísimo de jueguitos. Y hambre no tenía. pero ante la insistencia de su mamá y la promesa de un castigo, de no poder jugar más jueguitos, no tenía remedio y se sentaba a almorzar. Apenas comía uno o dos sorrentinos, pero cuando probaba la salsa, cuando probaba esa salsa, la sentía picante, muy pero muy picante, era algo que le producía rechazo, y entonces preguntaba, abuelo, esa salsa, la hiciste vos?  A lo que su abuelo, orgulloso de como cocinaba le decía que sí, a lo que el nenito replicaba que estaba muy pero muy picante, y se negaba a seguir comiendo. Su mamá entonces lo amenazaba de dejarlo sin compu, tele y celu, sino comía más. A lo que Alexito comía 2 o 3 sorrentinos, sin tocar la salsa y tomando mucha agua. Agg decía, esto está mucho pero muy picante. Al terminar de comer decía que ya no tenía más hambre y que todo había estado delicioso, pero que él quería un postre para mas tarde. 

Alexis iba corriendo así y se tiraba en el sillón a ver dibujitos, ese era su postre favorito que se extendía a toda la tarde. Ya pasadas las 18hs pedía a su tío una leche con café porque había comido tantos dibujitos que se le habían atorado y que necesitaba algo para bajarlos, mientras tomaba la leche con café que le había preparado Martín, el nenito picaba algunas masitas, y decía que le gustaba mucho pero mucho la leche con café y que estaba riquísima.

Llegada la noche, Alexis era llamado a cenar, a lo que él demoraba su buen rato en ir a sentarse y largar esos dibus. Su mamá le había cocinado arroz amarillo con pollo, el nene comía así un par de bocados y se iba a su pieza, pues él hambre no tenía, salía corriendo a su habitación, agarraba el celu y pedía por favor que no lo bañen, terminaba el día jugando jueguitos en el celu, su postre favorito y nenito lleno, llenísimo.

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